Panhipopituitarismo
PANHIPOPITUITARISMO

El panhipopituitarismo es
una condición caracterizada por la producción inadecuada o ausente de las
hormonas de la hipófisis anterior. Debido a que sea posible que existan
defectos en la síntesis o secreción de hormonas hipotalámicas.
El panhipopituitarismo puede
tener diversas manifestaciones según la edad en la que aparezca. Algunas de
ellas son baja estatura, tensión arterial baja, mareos, debilidad muscular,
micropene, atrofia óptica, hipoglucemia, piel seca, fatiga, estreñimiento, etc.
Sin embargo, estos síntomas
dependen de las hormonas que estén afectadas y varían si la condición es
congénita o adquirida.
Esta enfermedad es crónica y
necesita tratamiento permanente para sustituir las hormonas ausentes. Según las
hormonas deficitarias, el tratamiento indicado será distinto. Basado en apoyo
farmacológico.
Para entender el
panhipopituitarismo, es importante conocer la misión de la glándula hipófisis, también
llamada pituitaria, afectada en el panhipopituitarismo. Esta glándula es la
“maestra endocrina del cuerpo”, ya que controla las funciones de otros órganos
endocrinos.
Segrega hormonas que regulan
otras glándulas importantes manteniendo la homeostasis (equilibrio) del
organismo. Procura la adecuada administración de nutrientes y proteínas que
captamos de la dieta, a través de los niveles hormonales, la hipófisis controla
funciones como: el crecimiento del cuerpo, del pelo y las uñas, las mucosas
corporales, la leche materna, etc.
La hipófisis o
pituitaria se divide en lóbulo anterior y posterior. El anterior produce la
hormona estimulante de la tiroides (TSH), la corticotropina, hormona
luteinizante (LH), hormona estimulante del folículo (FSH), hormona de
crecimiento (GH) y prolactina. Mientras que el posterior segrega vasopresina
(hormona antidiurética) y oxitocina.
Así entonces en el
panhipopituitarismo se da una ausencia de estas hormonas por diversas causas.
Por ello, los pacientes que la sufren pueden tener problemas en el
funcionamiento de su organismo.
Causas
El panhipopituitarismo puede
originarse por causas adquiridas o, de forma menos frecuente, por causas
genéticas. Cuando la hipófisis no funciona como debería, pero aún no se han
identificado las causas, se denomina “panhipopituitarismo
idiopático”.
Al parecer, las causas
adquiridas más habituales son tumores que afectan a la glándula hipófisis. La
segunda causa más frecuente es el Síndrome de Sheehan, que ocurre en mujeres
después del parto. Se caracteriza por un infarto en la glándula hipófisis como
consecuencia de una hemorragia durante el parto o después de éste.
A continuación, se enumeran
la mayoría de posibles causas que puede tener el panhipopituitarismo:
1. Defectos durante el desarrollo embrionario de las células
que conforman la hipófisis anterior, o el hipotálamo.
2. Lesiones adquiridas infundibulares (en la parte posterior
de la glándula hipófisis) tras un accidente cerebro vascular, por ejemplo.
3. Tumores tanto hipotalámicos como hipofisiarios. En los
adultos, como son los adenomas hipofisarios y suponen entre el 10 y el 15% de
los tumores intracraneales. Suelen crecer lentamente y afectan más a las
mujeres. Sin embargo, normalmente no metastatizan.
4. Metástasis de otros tumores, como de mama, próstata,
colon o pulmón.
5. Tratamientos con radioterapia.
6. Granulomatosis (inflamación de los vasos sanguíneos) que
impliquen la zona de la hipófisis o hipotálamo.
7. Puede surgir como consecuencia de la hemocromatosis. Ésta
es una enfermedad de tipo hereditario que afecta al metabolismo del hierro
produciendo niveles demasiado elevados de éste.
8. Enfermedades autoinmunes en la que el sistema
inmunológico falla y ataca a tejidos sanos del organismo. Un ejemplo es la
hipófisis linfocitaria autoinmune, en la que dicho sistema destruye a los
linfocitos de la pituitaria.
9. Infecciones como la tuberculosis,
la toxoplasmosis, sífilis o micosis.
10. Apoplejía hipofisaria: se trata de una isquemia o una
hemorragia que afecta a la glándula hipófisis. Produce síntomas como dolor de
cabeza, vómitos y déficit visual.
11. Secuelas tras una cirugía que afecte la hipófisis o zonas
implicadas.
12. Problemas vasculares en esta glándula como el síndrome de
Sheehan que antes se mencionó, o aneurisma en la carótida interna (que irriga
la glándula).
13. Traumatismos craneales.
14. Síndrome de la silla turca vacía. Ocurre cuando la
hipófisis se encoge, presionada por un aumento de líquido cefalorraquídeo
filtrado.
15. Causas genéticas, como mutaciones genéticas en PIT1 o
PROP1. Un síndrome genético que se asocia al panhipopituitarismo es
el síndrome de Kallmann. Se caracteriza por la falta de desarrollo de los
caracteres sexuales y alteraciones olfativas.
Síntomas
Los síntomas del
panhipopituitarismo varían en gran medida según las causas, la edad, la rapidez
con la que aparezca, las hormonas implicadas y el nivel de gravedad.
De esta forma, puede haber
pacientes que presenten un hipotiroidismo grave (funcionamiento deficitario de
la glándula tiroides). Mientras que otros sólo sienten malestar general o
cansancio excesivo.
Evidentemente, las
consecuencias son peores cuando más tempranamente aparezca el
panhipopituitarismo.
La ausencia de hormonas
produce síntomas distintos según cuáles sean. Así, una falta la hormona de
crecimiento (GH) provoca talla baja en los niños. Mientras que en los adultos
da lugar a cambios en la forma del cuerpo, problemas en el metabolismo de la
glucosa y lípidos, y sensación de malestar general.
El déficit de
gonadotropinas, en cambio, provocaría en la mujer atraso de la menstruación o
falta de ésta y libido baja. En los hombres produce disfunción sexual y
micropene (si el problema aparece en la infancia).
Por otra parte, si hay una
ausencia de hormonas estimulantes del tiroides (TSH) aparecería hipotiroidismo
que se caracteriza por aumento de peso, cansancio, intolerancia al frío,
dolores musculares, estreñimiento, depresión, etc.
La falta de hormona
adrenocorticotropa o corticotropina (ACTH), tiene consecuencias más negativas
pudiendo poner en peligro la vida del paciente. Sobre todo, si el déficit se da
de manera brusca. En ese caso, se manifiesta por tensión baja, hipoglucemia,
náuseas, vómitos, cansancio extremo y concentración de sodio en sangre baja. Ya
que Si lo niveles de ACTH bajan poco a poco, los síntomas son pérdida de peso,
debilidad, fatiga y nauseas.
Por otro lado, la falta de
prolactina es un síntoma muy revelador del panhipopituitarismo. Puede impedir
que las mujeres produzcan leche después del embarazo. También es causante del
síndrome de Sheehan.
Otros síntomas generales de
panhipopituitarismo son la hipersensibilidad al frío, disminución del apetito,
anemia, infertilidad, pérdida de vello púbico, falta de vello corporal,
hinchazón facial, deseo sexual inhibido, etc.
Puede aparecer también sed
excesiva y aumento exagerado de la secreción de orina, que provienen de la
diabetes insípida. Esta última condición surge por un déficit de vasopresina,
una hormona que se produce en el hipotálamo y se almacena en la hipófisis.
Tratamiento del panhipopituitarismo
El principal tratamiento del
panhipopituitarismo consiste en la sustituir aquellas hormonas que están
ausentes o deficientes. Al mismo tiempo que se trata la causa que haya
provocado esta condición.
Las dosis de hormonas
exactas deberá recetarlas un endocrino después de haber realizado los análisis
convenientes. Deberán ser las cantidades que fabricaría el organismo
naturalmente si no existiera panhipopituitarismo. Esta sustitución hormonal
puede durar toda la vida.
Se suelen recetar
corticoesteroides como la hidrocortisona o la prednisona para reemplazar
aquellas hormonas que faltan debido al déficit de corticotropina (ACTH). Son
fármacos que se ingieren oralmente dos o tres veces al día.
Para reemplazar la
deficiencia de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) se utiliza un
medicamento llamado Levotiroxina.
Es posible que haya un
déficit de hormonas sexuales. Para alcanzar niveles normales, en los hombres se
administra testosterona a través de distintas formas. Por ejemplo, a través de
la piel con un parche, con un gel de uso diario o por inyecciones.
En las mujeres se añade
estrógeno y progesterona al organismo con geles, parches o pastillas. Los
anticonceptivos orales son los más utilizados en mujeres jóvenes, mientras que
a las mujeres próximas a la menopausia se les recomienda valerato de estradiol.
Cuando hay déficit en la
hormona del crecimiento, es necesario inyectar somatropina debajo de la piel.
Aquellos que reciben este tratamiento en la edad adulta, van a notar evidentes
mejorías, aunque no van aumentar su estatura.
Por otro lado, si existen
problemas de fertilidad provocados por el panhipopituitarismo, es posible la
inyección de gonadotropinas para estimular la ovulación en las mujeres. Así
como la generación de espermatozoides en los hombres.
Es importante un estricto
cumplimiento del tratamiento para mejorar. Al igual que un seguimiento al cabo
del tiempo por un especialista endocrino. Éste comprobará que el tratamiento
está siendo efectivo, y que los niveles hormonas
Los pacientes con
panhipopituitarismo parecen tener dos veces más riesgo de muerte. Principalmente
por afectaciones respiratorias y cardiovasculares. No obstante, si se detecta
de forma temprana y se cumple con el tratamiento, el paciente puede hacer su
vida normal.
Referencias
·
Capítulo 5. 5.
Patología neuroendocrina. Hipopituitarismo. (s.f.). Recuperado el 25 de enero
de 2017, de Principios de Urgencias, Emergencias y Cuidados Críticos:
tratado.uninet.edu.
·
Fernández-Rodríguez,
E., Bernabeu, I., & Casanueva, F. F. (2012). Hipopituitarismo.
Panhipopituitarismo. Medicine-Programa de Formación Médica Continuada
Acreditado, 11(13), 773-781.
·
Hoffman, R. (18 de
octubre de 2016). Panhypopituitarism. Obtenido de Medscape:
emedicine.medscape.com.
·
Hypopituitarism.
(s.f.). Recuperado el 25 de enero de 2017, de Mayoclinic: mayoclinic.org.
Interesante!!!!!
ResponderEliminarComo así le ha tomado foto a mi primo compañero
ResponderEliminarRazona ignorante
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